Multitud, s.
Muchedumbre. Fuente de sabiduría y virtud políticas. En una república, objeto
de adoración del estadista. “En una multitud de consejeros está la sabiduría”,
dice el proverbio. Si muchos hombres de igual sabiduría individual resultan más
sabios que cualquiera de ellos, debe ser que adquieren ese exceso de sabiduría
por el simple hecho de reunirse. ¿De
dónde viene? Evidentemente, de ninguna parte. Lo mismo valdría decir que una
cadena de montañas es más alta que las montañas individuales que la componen.
Una multitud es tan sabia como el más sabio de sus miembros, siempre que éste
sea obedecido; de lo contrario es tan necia como el más necio entre ellos.
Ambrose
Bierce, Diccionario del diablo.
Fidel y Cuba o el fallecimiento del Estado
Capitalista
En Islas del Golfo, hay una malhadada frase de Hemingway, en
la que supone que bastaría la llegada a Cuba de la democracia yanqui para que
su chófer no necesitara la bolsa de arroz que se lleva de su bodega.
La democracia cubana, en cambio, demostró la capacidad de
convertirse en ingeniero del hijo de ese chófer, mientras se aseguraba que
desde estudiante, tuviera a mano el arma para defenderla.
En ese sentido, que la OEA pretenda seguir justificando los 50 años de
expulsión argumentando el respeto a los derechos humanos, se transforma en una
verdadera farsa si se lo compara con las acciones tomadas por el mismo
organismo ante Videla y Pinochet, por no abundar en nombres. Y todo eso
mientras se pasa por alto vergonzosamente lo de Guantánamo, lugar adonde sí se
cometen crímenes de lesa humanidad.
Cuando se comparaba a Cuba con el mayo francés y el
cordobés, resultaba ser el lugar donde los estudiantes habían ganado.
Entre el ´68 y el ´89 Cuba fue su propio epítome. Desde
entonces hasta ahora ha retrocedido y seguirá haciéndolo, mientras los guantes
de seda del imperialismo se transformen paulatinamente en guantes de lata.
Fidel se puede morir tranquilo, porque ya tiene un monumento
funerario. Es la pirámide que van a construir con todas las banderas de lucha
de la gente que el imperialismo cree que se van a caer con su muerte en Cuba.
Y con los derechos humanos de todos los bebés que van a
morir si alguna vez el índice de mortalidad infantil de Cuba se equipara al
resto de América Latina, donde pertenece, según la OEA.
Donde pertenece salvo los guevos.
Como el antiguo héroe precapitalista, San Jorge, o su
encarnación cubana según el viejo y el mar, Fidel salió a enfrentar al dragón
imperialista, hasta vencerlo. Pero como el viejito con su pescado solo en alta
mar, no pudo abolir el universo ni sus leyes.
Y ahora cuando llega a puerto solamente nos trae un
esqueleto que los turistas creen de tiburón (ésa era la mamá de Spielberg) y
otros de socialismo, nada más que huesos pelados que a nadie le sirven.
Los valores esgrimidos por los sans culottes de la RF , libertad, igualdad,
fraternidad, llegó un momento del capitalismo que nadie se los creía. Ya la
poesía de Rimbaud nos ilustra al respecto, (y como de costumbre en él, lo hace
de manera temprana), que el fusil del republicano sobre la chimenea defiende
con más seguridad que una imagen de Cristo la preservación de la democracia.
Las sucesivas revoluciones en nombre del socialismo que se
sucedieron durante el siglo XX, proponían alcanzarlo a través de una revolución
hacia una etapa superior del sistema, interpretando a Marx.
Amparados en una fugaz relación de fuerzas favorable entre
el proletariado inquieto social y políticamente y una inmensa población
campesina impasible, desde Lenín hasta Fidel han conseguido liderar esa fugaz
franja proletaria que a su vez inquietó al campesinado, y desde la fase feudal
intentar el salto a la socialista.
Asfixiados por el capitalismo circundante, y su propia
incapacidad para extender la revolución, dados los mínimos elementos
capitalistas con que contaban, han terminado por olvidarse del socialismo y
realizar al menos la revolución capitalista.
Es así que Cuba se incorporará a las demás naciones
ostentando un nivel de desarrollo capitalista sin duda envidiable, si se tiene
en cuenta su pasado anterior a la revolución, y el atraso tecnológico de ésta.
Como los demás países de “capitalismo rebelde” que otra cosa
no llegó a producir el stalinismo y sus metástasis, incluyendo a la misma Rusia
y sobre todo China.
Este novedoso tipo de estado, este raro ejemplar simbiótico
quizás nos muestre en su evolución un par de caminos a través de los cuales
alcanzaremos por fin al estado postcapitalista, en un pie de igualdad con
naciones más desarrolladas.
Por supuesto, dependerá de los vaivenes con que finalmente
se adorne la sucesión de Fidel. Más problemática que la de Arafat, más tardía
que la del Papa, las tres sucesiones marcarán el ritmo de los nuevos tiempos,
aquéllos que empezaron ya con la asunción de Obama.
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