La libertad de Mafalda
“Dos palabras para evitar posibles equívocos. No pinto de
color de rosa, por cierto, las figuras del capitalista y el terrateniente. Pero
aquí sólo se trata de personas en la medida en que son la personificación de
categorías económicas,
portadores de determinadas relaciones e intereses de clase. Mi punto de vista,
con arreglo al cual concibo como proceso de historia natural el desarrollo de
la formación económico-social, menos que ningún otro podría responsabilizar al
individuo por relaciones de las cuales él sigue siendo socialmente una criatura
por más que subjetivamente pueda
elevarse sobre las mismas."
Prefacio al capital. Carlos Marx
Los moldes definitivos son los de
la represión y la libertad que tenés. Vos podés ser muy loco, y en eso al menos
doy fe acerca de la mayor parte de mis amigos, pero el límite no es difuso.
Está ahí para censurarte, para alabarte, reprimirte o permitirte expresarte.
Te obliga a encarnar en un molde
determinado. Según el molde que elijas, (y ahí podés hablar de la falta de lo
que sea que sufriste en tu niñez, pero la elección que tomes es tu elección
como adulto. Sino, seguís siendo un niño), te encierran en un manicomio o te
eligen presidente.[1]
Esos moldes no son tantos. Obvio,
no son uniformes, pero son limitados, vale decir, son graduados. Hay como una
escala de esos moldes que podés recorrer, hacia atrás o hacia adelante.
Quizás el marxismo haya dado en la
llave de la puerta para entender porqué se forma esa graduación en el seno de
una sociedad dada. Nunca podés escapar de tu época, pero podés ocupar distintos
lugares en ella. [2]
La forma, los límites de esos
moldes se exteriorizan en la relación de persona a persona, la de padres e
hijos, la del matrimonio, la laboral.
Podríamos llamar época
revolucionaria a aquélla que rompe el molde, y crece hasta adaptarse al
siguiente.
Si, ya sé, y que tiene eso que ver
con Mafalda? Imaginate como era Mafalda de adulta.
Sacala de la historieta y ponela
en la vida real.
Para la época en que nació,
Mafalda hoy sería la 30.001.
Volvela a poner en la historieta,
e imaginate que hoy es contemporánea. Que es una niña de su edad.
[1] Yo como científico social tengo una hipótesis, o, al menos, una
pregunta. Qué pasaría si invirtiéramos el criterio? Y hiciéramos presidentes a
los que ahora mandamos al manicomio, y viceversa. Mi hipótesis es que todo
seguiría igual.
[2] Quizás la gran mayoría de los marxistas se hayan quedado
extáticos parados en la puerta, pero bue.
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